Este libro es un gozoso recorrido hacia mí misma, Teresa-Yamila, y también hacia los demás, con experiencias expresadas desde y con el corazón. Mi intención es dar a conocer que otra comunicación existe y que es posible: una comunicación basada en la verdadera escucha de sí y del otro. Te invito a que me acompañes en este viaje, tu viaje. Las palabras que contiene este libro son el puente que he trazado entre mi alma y el exterior.
Cuando empieces a leer este libro te invito a que no sobreentiendas lo que lees; deja que las palabras vayan adentrándose en tí por sí mismas, sin juicios previos, para que las respuestas puedan llegar por sí solas.
Intenta escuchar también el lenguaje de tu cuerpo: reconócelo. Tu cuerpo te dirá muchas cosas que tú no sabes. Cuando yo comencé a reconocer mi lenguaje corporal, empezó un entendimiento desconocido hasta ese momento…
No me conozco. ¿Cómo puedo dirigirme a MÍ?
Por primera vez me doy cuenta de que nadie me lo ha enseñado, ni en mi más tierna infancia ni después: no sé expresar mis emociones, no sé qué nombre ponerles. Grito, insulto, golpeo y caigo en todo tipo de adicciones para expresar de una manera trágica que quiero algo bello y valioso para mí, algo que no tengo y que no ha sido tenido en cuenta. Conozco los sistemas corporales: nervioso, circulatorio, digestivo… Sin embargo, el sistema emocional me resulta misterioso, desconocido. Hay todo un lenguaje que comienza en la emoción. Yo he tenido que ir descubriéndolo a lo largo de los años.
Me comunico sin comprenderme, me hablo sin entenderme, me oigo sin escucharme. Atiendo tan solo a lo que interpreto y no a lo que el otro intenta decirme. Sé que esa no es una comunicación con calidad ni calidez, mi cuerpo me lo muestra. Va somatizando cada palabra, cada gesto, cada mirada… hasta que los síntomas se hacen evidentes. El cuerpo, siempre fiel, me hace ver lo que yo quiero ignorar.
El viaje más largo, el más maravilloso que me he permitido hacer, lo empecé sin moverme de mi sitio. Fue un viaje hacia el interior.
Hace 15 años me puse enferma. El diagnóstico de los médicos fue “crisis de agotamiento físico” relacionada con una severa artritis reumatoide. Pero, independientemente del nombre, la realidad que yo vivía consistía en episodios de dolor que me impedían cumplir con las tareas más elementales de la vida. El dolor me paralizaba, me invalidaba. Durante las crisis agudas no podía peinarme ni vestirme. El diagnóstico médico no podía ayudarme.
Al principio no supe cómo reaccionar. Aquello era una llamada de atención de mi cuerpo, pero ¿de qué? A menudo me preguntaba: “¿!Por qué me duele cada célula!? ¿Qué es lo que mi cuerpo quiere decirme?"
Leí prácticamente todo lo que se había escrito sobre el cuerpo y su lenguaje no verbal. Después de muchas lecturas entendí que no me estaba cuidando, que no me escuchaba.
Decidí atender al lenguaje corporal. Quería ocuparme de mi forma de comunicar y entender la comunicación del otro/a, encontrar una forma más satisfactoria de relacionarme y de vivir, cuidar mi salud emocional y la de los demás. Y así comencé a navegar y sumergirme en mis profundidades… Y las respuestas comenzaron a llegar.
Mi enfermedad me reveló un sentimiento de desvalorización profunda de mí misma. Después de toda una vida de ignorar esto, de dejarme maltratar física y emocionalmente, mi cuerpo había decidido que era hora decirlo en voz bien alta.
Fui tomando conciencia de que usando un lenguaje que tuviera en cuenta las necesidades de todos mejoraba mi salud emocional y sus repercusiones físicas. En mi búsqueda de respuestas, descubrí la Comunicación No Violenta y llegué a la convicción de que no puede crearse un mundo pacífico con un lenguaje que provoca culpa, vergüenza, juicios y exigencias, que son los desencadenantes de la violencia en las relaciones humanas.
¡Ojalá que este libro te lleve a lo más maravilloso y profundo de ti mismo/a! Deseo que te sirva de apoyo para crecer y andar desde ti, hacia ti. Si eres artista de tu propio desarrollo ¡adelante! Estás en tu camino. Si eres artista del camino de otros, ojalá puedas incrementar el interés y la participación en el proceso de conexión, que no es otra cosa que mostrar cómo descubrirlo dándote cuenta. Me siento feliz de verme que estoy en casa.
Sobre el autor gráfico:
Las ilustraciones del libro viene de la mano de Mario Pellejer Ruiz. Para mí, es un maestro de sí mismo, puede sacar agua de donde no la hay, metafóricamente hablando. El ve más allá de lo que se muestra y eso ha quedado reflejado en el libro.
A mí me inspira confianza, serenidad y transparencia.
Felicidades Mario por dejar que tu mano expresara lo que sentías en cada momento
Mario Pellejer Ruiz, ha crecido en tierras de Murcia, Cáceres, Granada y Málaga. Estudió Bellas Artes y compagina su dedicación al dibujo con el trabajo de cartero.
Su reto desde hace unos años es que sus dibujos narren la historia que no pueden reflejar al completo las palabras.
No sólo reflejar estados o transmitir una idea puntual, sino crear un tejido con profundidad en la intención y con la sinceridad como base de la creación.