Creamos este espacio de encuentro para compartir dudas y certezas, reflexionar sobre la experiencia de educar.
Trabajamos en el marco de la empatía, autoempatía, con una metodología vivencial y participativa utilizando
técnicas del enfoque corporal: Focusing
para aprender de las situaciones, comprenderlas y procesar las emociones.
Planteado como un apoyo a los docentes para desarrollar redes entre nosotr@s en espacios seguros como este espacio protegido en dónde podamos experimentar, vivenciar.
Este es un espacio seguro, protegido y confindencialpara el desarrollo de la autoempatía: espacio interior que todas tenemos, dónde me conecto conmigo, soy libre y aceptada incondicionalmente, un lugar dónde: tengo protección, seguridad, no hay juicios, no hay riesgos. Una vez en este espacio interior, conectada conmigo misma ¿Cómo me siento? ¿Qué siento? ¿Qué estoy necesitando?.
Partimos de nuestro compromiso personal con el trabajo interior, grupal y social.
Nuestras expectativas, hacia dónde nos dirigimos:
Mejorar nuestras estrategias de comunicación .
Encontrar más fácilmente soluciones pacíficas y efectivas en conflictos de todo tipo.
Ver situaciones conflictivas como oportunidades de aprendizaje, desarrollo y conexión, desde la perspectiva que en todo conflicto hay, al menos, información relevante.
Aprender a escuchar y lograr ser escuchados dentro de un marco de respeto y reconocimiento
Profundizando un poco mas:
Ayudarnos a reconciliar partes en conflicto dentro de nosotros mismos para alcanzar un sentimiento de paz, equilibrio y tranquilidad más profundo.
Aumentar la consciencia sobre nuestros pensamientos y fomentar la comprensión, la conexión, la empatía y el amor.
Descubrir nuestras exigencias tanto expresadas como en silencio. Sé hay exigencia si hay deberías, tendría que.., merezco…, tengo motivos…, tengo derecho…
Manejar sentimientos difíciles como la ira, la culpabilidad, la vergüenza, la depresión…
La tristeza podemos estar en ella y descubrir qué está diciendo, qué está necesitando, qué está anhelando
La rabia, podemos estar en ella, y… ver de qué nos defiende, de qué dolor nos defiende, qué es lo que no podemos ver “ayúdame a mirar”
Saber que nuestras partes más sanas se hacen cargo de las menos sanas: iremos en busca de esas partes más amables, localizar esas voces más amables para en los momentos duros puedan ser nuestras aliadas, desarrollar una mirada amable, benévola, con nuestros sentimientos, emociones, modos de expresión y con los de los demás compañeras.
Y no sólo vamos en la dirección de identificar y desarrollar nuestras partes más sanas, más tranquilas, mas comprensivas, empáticas, sino que también a la vez acogemos, cuidamos, mimamos esas partes más tristes, solas, mas desesperadas, mas coléricas de nosotras mismas y … miramos qué están/estamos necesitando, cómo podemos cuidarnos mejor, con mas mimo, con mas ternura.
Es un gran regalo poder expresar nuestras necesidades, sentimientos, ser escuchadas y acogidas sin juicios.