La CNV es un proceso comunicativo que se basa en el desarrollo de la empatía y la honestidad, cualidades que nos ayudan a conectar con necesidades o valores humanos universales y a reconocerlos no solo en nosotros mismos sino también en los demás. Las palabras que usamos moldean nuestras relaciones y conexiones sociales.
En las escuelas enseñamos a aprender un nuevo lenguaje: “Las llaves mágicas que abren una comunicación empática”. Este lenguaje está compuesto por cuatro “llaves mágicas”: la “llave de la boca”, que nos permite abrir nuestros corazones y expresarnos: la “llave de las orejas”, que nos ayuda a escuchar abiertamente, sin juicios ni prisa por responder y la “llave de los ojos”, que nos permite observar, aprender y llegar a conocer a aquellos con quienes nos comunicamos. Estas tres llaves dan paso al lugar en el que se encuentra la cuarta llave: la “llave del corazón”. Cuando conocemos a alguien y conectamos con su luz interna, ” su corazón” permitimos la comunicación más maravillosa, ya sea a través de palabras, gestos, una sonrisa o incluso el silencio.