Soy Ana Mª Guillén, profesora de Lengua y Literatura española en secundaria.
Durante el presente curso he iniciado en mis clases una aproximación a una comunicación mas afectiva CNV. Al ir trabajando la Comunicación no violenta sentí la necesidad de llevarla al aula, comprendí que la educación emocional es fundamental en la formación de los adolescentes, pensé que si mi alumnado se iniciaba en la CNV les ayudaría mucho en sus vidas, en la manera de relacionarse consigo mismos y con los demás.
La experiencia ha sido diferente en 1º de la ESO (12 años y 27 alumnos/as) y en 4º de la ESO (16 años y 14 alumnos/as), pues en 1º, grupo más numeroso y alborotador, lo hemos aplicado básicamente para la resolución de conflictos, sin embargo en 4º se han implicado mucho más. Para empezar, fueron ellos quienes hicieron el “rincón de la escucha”. Al principio les producía risa, vergüenza, sobre todo en los alumnos, pero a medida que se iba instalando en nuestro día a día vi una evolución enorme, empezaron a sentir el beneficio de conectarse, de gestionar sus emociones. No todos los días podíamos dedicarle un espacio, pero ellos, sobre todo cuando se sentían tensos por la presión del curso, porque tuvieran algún problema… etc me pedían hacerlo y entonces sacaban todo aquello que necesitaban y los demás eran respetuosos y cooperaban en buscar estrategias que pudieran ayudar a quienes intervenían. Estoy segura de que esto ha ayudado a cohesionar el grupo y por supuesto ha cambiado la relación de ellos/as conmigo. Nuestra relación ha sido cercana a la vez que respetuosa.
Siento que tengo que aprender mucho, que como sabemos, esto es muy amplio, por eso necesito seguir formándome, pero también siento la necesidad de compartir, de transmitirlo a mis “niños y niñas”.
Así que elijo continuar el próximo curso, sé que Tere está ahí apoyándome, con ella cuento siempre. Gracias, Tere, por contribuir a satisfacer mi necesidad de apoyo y empuje.