LA IRA

5 julio, 2018
La ira es una llamada de atención. Me dice que estoy pensando de una manera casi seguro de no conseguir satisfacer mis necesidades.

¿Por qué? Debido a que mi energía no está conectada a mis necesidades. Cuando me siento con ira ni siquiera me doy cuenta de cuáles son mis necesidades. No estoy en mi mundo interior, solo en el mundo exterior. Lo que está pasando en mi cabeza es un gran juicio sobre la otra persona. Así pues, lo que digo es probable que invite a reaccionar a la defensiva y contraataque.

Pero, cuando paro y tomo conciencia de la sentencia, puedo darme cuenta, qué pedirme a mí misma, “¿qué estoy necesitando que ahora no lo tengo?” Después de este “darme cuenta” habrá una transformación de los sentimientos.

Tan pronto como me pongo en contacto con las emociones y necesidades, ya no estoy con ira. Puedo estar triste, dolida/o, frustrada/o, irritada/o, desanimado/a. Ahora tengo más posibilidad de ocuparme de mis necesidades insatisfechas, pueden ser… de escucha, empatía, reconocimiento, comprensión, ser vista… Cuando tengo ira y no veo mas allá de “el regalo que me trae la ira” las bellas necesidades, pretendo enjuiciar, culpar y castigar.

Reflexión: Cuando estoy con el dolor emocional, puedo elegir, quedarme con mi experiencia corporal y simplemente respirarle o enojarme por cómo me siento, y sufrir.